La pobre Golfi tiene casi 13 años y se ha pasado casi toda su vida en el refugio. La falta de recursos y de voluntarios no nos ha permitido trabajar en su socialización, y después de todo este tiempo es difícil cambiarla. Tiene mucho miedo a los humanos y es muy reservada.

No tiene problemas con los otros gatos de la zona, pero siempre está sola en su casita. Viene a por su comida, pero vuelve a su casa, desde donde ve pasar la vida a distancia. Rara vez va a la zona interior y pasa todo el tiempo en el área exterior.

Nos preocupa mucho cómo va a pasar los últimos años de su vida. La situación ideal para ella sería un adoptante que tenga una finca y la deje entrar a la casa si así lo desea o dormir en un cobertizo o cochera, asegurándose de que está en buenas condiciones de salud, seguridad y protección en esta última etapa.

Sería maravilloso que Golfi pudiera volver a sentir lo que es una vida un poco más libre antes de que sus días terminen.

* Hasta su total adaptación con niños pequeños la supervisión de un adulto es esencial.